Gerente general de Tecnagent Chile analizó el estudio del CRHIAM, y concordó con la necesidad de potenciar la desalinización de agua para beneficiar al sector industrial y a las comunidades locales.
Un reciente estudio realizado por la Facultad de Ciencias Ambientales de la Universidad de Concepción, del Centro de Recursos Hídricos para la Agricultura y la Minería (CRHIAM), Instituto Milenio SECOS y de la empresa Bloom Alert, identificó que las regiones de Coquimbo, Antofagasta y Atacama son las que cuentan con la mayor cantidad de territorio apropiado para la construcción de plantas con 1.241 km2, 1.053 km2 y 1.039 km2, respectivamente.
No cabe duda que Chile tiene la necesidad de desarrollar la industria desalinizadoras, y los datos actuales así lo muestran. En la actualidad hay 24 plantas desaladoras en operación y 22 en fase de construcción o planificación.
Raúl Sigren, gerente general de Tecnagent Chile, indicó que en la compañía “estamos en línea con la investigación del CRHIAM, dada nuestra experiencia junto con Aquatech, empresa dedicada a entregar soluciones sostenibles mediante plantas desalinizadoras. Creemos que Chile cuenta con zonas aptas para potenciar esta tecnología en beneficio de las comunidades e industrias cercanas. El estudio demostró que, tanto en el valle central, como en las regiones del norte, existen lugares más que aptos para la instalación de plantas desaladoras”.
Sigren destacó el caso de Aquatech, porque “es una empresa que lleva más de 60 años implementando desaladoras alrededor del mundo, confía y avala que los resultados tanto para la minería como para la agricultura contarán con el beneficio del abastecimiento sustentable en sus operaciones, dada a la escasez hídrica que está presente en nuestro territorio”.
El análisis de Raúl Sigren es clave, en señalar que las plantas desaladoras son una solución a la escasez hídrica y Chile no se queda atrás en su desarrollo, y la minería es, actualmente, el principal actor del mercado. Este tipo de proyectos han sido levantados principalmente por la industria minera, que representa más del 70% de la capacidad desalinizadora del país. Para el 2030, el 93% del agua utilizada en sus procesos será de origen marino.
De esta manera las mineras han logrado reducir el uso de agua, y contribuyen en garantizar el uso del recurso hídrico para consumo humano.
Zonas adecuadas
El estudio del CRHIAM, que fue difundido por Pulso, indica que para determinar qué sitios son aptos para la edificación se establecieron factores claves para el desarrollo de la actividad en sí, tales como altitud, pendiente, distancia a la costa, urbes, red eléctrica y a la red de carreteras. Pero además, se consideraron las restricciones que limitan la factibilidad del proyecto como la cercanía con áreas protegidas y/o comunidades indígenas.
De un total de 114.540 km2 revisados en la zona norte y centro norte del país, sólo el 4.5% es considerado altamente apropiado.
Según explicó Enzo García, autor de la investigación y doctorando en Ciencias Ambientales UdeC, “la consideración de estos factores al momento de seleccionar la zona de emplazamiento de una planta desaladora, permite que se desarrolle posteriormente de una manera más eficiente, tanto en lo operacional como en lo ambiental y socioeconómico”.
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